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Navegando sobre mareas inciertas

Informe de Coyuntura: Agosto 2024

Agosto pasó dejando algunas novedades económicas pero un plan sin muchos cambios. Hoy, la gran incertidumbre es si los signos de agotamiento que muestra el modelo económico obligarán a un golpe de timón, o si por el contrario, el esquema del gobierno será suficiente para alcanzar sus metas, en un plazo razonable y de manera sostenible. El clima social aceptable y la gobernabilidad política son dos pilares que hoy sostienen de manera frágil e indirecta al programa económico, pero no son eternos.
Las prioridades se mantienen y los esfuerzos se enfocan en sostener un menguante el superávit fiscal y bajar la inflación, bajo un apretado esquema monetario-cambiario de cepo, crawling peg y baja acumulación de reservas. El frente externo sigue siendo la mayor debilidad del modelo y solo logrará su propósito si consigue fondos frescos. Cualquiera otra opción, supone alterar el esquema actual y tiene sus costos inmediatos.
Mientras tanto, el nivel de actividad económica se aleja (muy) lentamente de su nivel más bajo, pero de manera mixta e irregular conforme van pasando los meses, el mercado de trabajo aún busca un nuevo punto de equilibrio y los ingresos reales se recuperan en el margen. Septiembre será un mes importante para evaluar el impacto de ciertas medidas recientes (blanqueo, reducción impuesto PAIS, flexibilización para la importación de insumos productivos) y también arrojará algunas pistas concretas sobre cómo el gobierno piensa terminar el 2024 y qué espera para 2025, con la presentación del Proyecto de Presupuesto.
Vinculado a esto, las estimaciones más recientes reflejadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central (finales de agosto) han mejorado un poco pero siguen siendo poco optimistas en el corto plazo: la inflación (mediana de las estimaciones) no perfora el piso de 3,3% hasta el año que viene, la actividad caería un 3,8% y el desempleo cerraría el año en 8,1% (lo que representaría una suba de 2,4 puntos porcentuales con respecto a igual periodo de 2023, cuando se ubicó en 5,7%). La política cambiaria esperada se encuentra en sintonía con el crawling peg oficial, ya que se espera un dólar a $1.025 en diciembre y a $1.514 a fines de 2025 (una devaluación implícita de 48%, frente a una inflación anual esperada de 38%).

Informe completo: